Atrivm. Hacia la esencia del Cristianismo.

SECCION

NOTICIAS Y COMENTARIOS

Ponemos fin a estas publicaciones en relación con la polémica con dos noticias y una colaboración que hemos recibido en ATRIVM.

LA RAZON 26 DE  SEPTIEMBRE DE 2006

Benedicto XVI recuerda que el diálogo entre cristianismo e islam es una «exigencia vital»

En su reunión con diplomáticos musulmanes, el Pontífice pidió «reciprocidad» en cuestiones de libertad religiosa

Ángel Villarino

http://www.larazon.es/noticias/noti_rel5738.htm

Ciudad del Vaticano- El diálogo entre cristianos y musulmanes es una «exigencia vital» y por lo tanto debemos esforzarnos para potenciarlo y propiciar el entendimiento. Benedicto XVI lanzó ayer este mensaje ante 22 diplomáticos de países islámicos, todos los que tienen representación ante la Santa Sede, excepto Sudán. Fue un discurso conciso y pulido, sin ambigüedades ni fuentes de malentendidos.

Los embajadores atendieron las palabras del Papa acompañados por los líderes de los grupos musulmanes afincados en Italia. Al finalizar la cita, todos acudieron a estrechar la mano del Pontífice, pero no tuvieron modo de hacerle llegar su punto de vista sobre la polémica, ya que el protocolo del encuentro no preveía turno de respuestas. Por esta misma razón tampoco hubo manera de saber cómo encajaron los embajadores las palabras del Papa. De regreso a sus respectivas legaciones, algunos accedieron a comentar que estaban «satisfechos» con el mensaje pontificio, pero la mayoría guardaron un riguroso silencio. El número dos de la embajada iraní, Ahmar Fahima, ofreció uno de los análisis más completos de la reunión: «Nosotros damos por finalizada la polémica, pero el caso no está cerrado para todos. He oído que algunos embajadores no estaban satisfechos con el discurso del Papa. Quizá se esperaban algo más, una disculpa por parte del Pontífice», afirmó.

El Papa recibió la comitiva en el palacio veraniego de Castel Gandolfo, concretamente en la bonita y austera Sala de los Suizos. Los representantes islámicos, ataviados con prendas occidentales y trajes en su gran mayoría, tomaron asiento en sillas de madera colocadas alrededor del sillón blanco sobre el que compareció Benedicto XVI. Tras recibir un sonoro aplauso, el Santo Padre arrancó su discurso asegurando que profesa «estima y respeto» por el mundo musulmán, pero recordando que el «respeto requiere reciprocidad, sobre todo en cuanto a libertad religiosa se refiere».

Respeto a la libertad religiosa

Aquí la referencia a las persecuciones contra las minorías cristianas que se reproducen en los países islámicos es evidente. Así, lo que estaba poniendo sobre la mesa Benedicto XVI es que si se pretende dialogar de igual a igual, es también necesario que se respete la libertad religiosa en el mundo islámico, del mismo modo que se respeta en Occidente. Quizá para evitar nuevas polémicas, Benedicto XVI puso este razonamiento en boca de Juan Pablo II, ya que fue el Papa polaco quien formuló esta frase en su visita a Casablanca (Marruecos). A pesar de todo, fue una clara señal de firmeza.

El mensaje fue traducido al árabe por el servicio informativo vaticano, que también lo difundió en este idioma a través de Radio Vaticana y del diario oficial de la Santa Sede, «L’Osservattore Romano». La cadena qatarí Al-Yazira transmitió íntegramente la reunión, algo que también hicieron otras cadenas musulmanas. La interpretación de la mayoría de los comentaristas fue idéntica a la de días anteriores: reconocen el gesto del Papa pero destacan que no está pidiendo perdón por su discurso de Ratisbona.

Y es cierto: Benedicto XVI no pidió perdón en ningún momento, sino que centró su discurso en la «necesidad» de trabajar juntos para oponerse a «todas las manifestaciones de violencia» y de «intolerancia», algo para lo cual resulta necesario que «los respectivos líderes religiosos y políticos» se empeñen en promocionar el entendimiento. «Es necesario que, fieles a los enseñamientos de sus respectivas religiones, cristianos y musulmanes aprendan a trabajar juntos, como ya ocurrió en diversas experiencias comunes, para evitar cualquier forma de intolerancia y oponerse a cualquier manifestación de violencia». Después, y tras citar nuevamente la Nostra Aetate a propósito de los «desentendimientos y enemistades» históricos, Benedicto XVI observó que «los enseñamientos del pasado pueden por todo ello ayudarnos a encontrar vías de reconciliación porque, en el respeto y la libertad de cada uno, damos vida a una colaboración rica de frutos al servicio de toda la humanidad».

Respeto en las diferencias

El discurso del Pontífice estuvo precedido por una introducción del Cardenal Poupard, presidente de la Congregación para el Diálogo Interreligioso. «En este encuentro testimoniamos un mensaje de amor y paz y rezamos para poder poner el práctica el respeto de nuestras diferencias», dijo, dando posteriormente las gracias al Papa «en nombre de todos los participantes» por «este momento privilegiado que nos ha donado». El purpurado añadió que la Iglesia y el Islam «tienen un gran campo de acción sobre el cual podemos sentirnos unidos a los valores fundamentales, en el respeto y la comprensión recíproca».

 

SOBRE EL ISLAMISMO INTEGRISTA EN PAQUISTÁN:

EL PAÍS - 24 DE SEPTIEMBRE DE 2006

Violadores sin castigo

La debilidad de Musharraf deja a las paquistaníes bajo el yugo del extremismo islámico

GEORGINA HIGUERAS - Madrid

EL PAÍS - Sociedad - 24-09-2006

http://www.elpais.es/articulo/sociedad/Violadores/castigo/elpporintcor/
20060924elpepisoc_4/Tes/

Una mujer es violada en Pakistán cada dos horas, y cada día tres mujeres se enfrentan al horror de una violación múltiple. Como si se tratara de un rito, participan todos los miembros de la banda o del grupo que recurre a esta espantosa práctica para satisfacer sus instintos más primarios o por venganza, pero no necesariamente contra la mujer, sino contra algún varón de su familia. Lo más grave, sin embargo, es que los violadores seguirán paseándose inmunes ante sus víctimas. Ante la oposición de los radicales islámicos, el presidente Pervez Musharraf rompió su compromiso de impulsar la Ley de Protección de la Mujer y dejó en la estacada a decenas de millones de mujeres, sobre todo de las clases más desfavorecidas del país. Son mujeres en muchos casos ignorantes que sufren el yugo del extremismo islámico.

El Gobierno paquistaní pospuso la semana pasada la presentación en el Parlamento de un proyecto a ley que agilizaba el proceso legal para enjuiciar a los violadores. El proyecto escandalizó a los partidos islámicos, que lo consideraron una blasfemia y reaccionaron con virulencia ante la propuesta de que cuestiones como el adulterio o la violación fueran enjuiciadas por el Código Penal en lugar de por la llamada ordenanza Hudood, redactada según criterios de la ley islámica (sharía).

La ordenanza Hudood, promulgada en 1979 por el entonces presidente Mohamed Zia ul Haq, exige que la mujer que denuncie una violación tenga cuatro testigos varones que corroboren los hechos. De lo contrario, puede ser acusada de adulterio, lo que la condena inmediatamente a la cárcel e incluso puede conducirla a la muerte. Evidentemente, en estas circunstancias no hay casi ninguna mujer que se atreva a denunciar a sus violadores.

La Ley de Protección de la Mujer, fruto de la presión de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP) y de otras organizaciones no gubernamentales de apoyo a la mujer, además de los Gobiernos occidentales, fue debatida durante meses con los distintos partidos que integran el Parlamento paquistaní. Para conseguir su aprobación, el Gobierno había aceptado tres enmiendas presentadas por la Alianza de Partidos Islámicos que casi reducían a papel mojado la ley. Pese a ello, la retiró el día de la votación para aplacar las furias islamistas, que argumentaban que la sharía no es obra del hombre sino de Alá.

El calvario que sufren las mujeres paquistaníes salió a la luz tras el escándalo de la violación múltiple de Mujtar Mai, una maestra de 30 años que se atrevió a denunciar la barbarie que le impuso un consejo popular. El caso de Mujtar Mai conmocionó a la opinión pública internacional. El consejo de ancianos (Panchayat) ordenó que Mujtar fuese violada por seis hombres en castigo por las relaciones sexuales que su hermano menor, de 12 años, mantenía con una mujer de 30 años de la tribu mastoi. Los mastoi consideran una casta inferior a los guyar, tribu a la que pertenecen Mujtar y su hermano; de ahí la gravedad de la falta cometida por el joven, que exigía un pago que restableciera el honor de la tribu. El propio padre de Mujtar debió entregarla a sus violadores ante más de cien testigos.

Musharraf, que pretende presentarse ante Estados Unidos, su "aliado estratégico", como un general moderado y demócrata, se manifestó a favor de aliviar la situación de las mujeres. El proyecto habría incluido la violación en el Código Penal, aunque las enmiendas aceptadas volvían a dejar el ultraje de la mujer bajo jurisdicción islámica. El juez podía pasar el caso a un tribunal secular si las circunstancias lo requerían.

La retirada del proyecto de ley ha sido otro jarro de agua fría para quienes sueñan con la democratización de Pakistán y culpan a Musharraf de la deriva islamista que vive el país. "Presume de liberal moderado y es un dictador militar", afirmó el jueves pasado Imran Jan, un antiguo jugador de críquet -el deporte por excelencia de Pakistán-, que logró un escaño en el Parlamento. "Está claro que Musharraf prefiere calmar a los extremistas antes que defender a las mujeres", declaró la activista Bushra Gohar.

El 'blog' de Mujtar

"Lucharé mientras siga viva", afirma en su blog Mujtar Mai, para quien la absolución de cinco de los seis hombres que la violaron en 2002 mantiene despierta su pesadilla. Mujtar, con ayuda de una periodista de la cadena británica BBC, escribe su diario en la web, empeñada en buscar justicia para ella y para los más de 70 millones de mujeres que habitan en Pakistán.

Maestra en un pueblo de la provincia de Lahore (este de Pakistán), Mujtar se convirtió en una celebridad después de que construyera una escuela con la indemnización de 7.160 euros que le pagó el Gobierno al ganar en 2004 el juicio por su violación. En su blog recoge los casos de quienes acuden a pedirle ayuda: niñas violadas como Nasem Bibi, de 9 años; mujeres como Shamshad Bibi, violada por un grupo, tirada después a un pozo, paralizada como consecuencia y enfrentada a la policía, que la acusa de sexo consentido; familiares de jóvenes matados a palos y otras historias. "Maldades que están tan enraizadas en la sociedad, que no será fácil librarse de ellas".


COLABORACION RECIBIDA EN ATRIVM:

"DESPERTAR LA MEMORIA"

"Contra la estupidez, los mismos dioses luchan en vano"
Friedrich Schiller

Ya se ha expresado el pensamiento que subyace a las guerras de religión, circunstancias exteriores –o sea excusas– aparte: ahora nos toca que es la islámica la única que puede conducir a la paz al mundo, a pesar de todas las evidencias actuales e históricas, y también que es la que verdaderamente salva.

De hecho y expresándolo como "utopía", si verdaderamente se respetaran las distintas revelaciones de lo sagrado, se ilustraría al otro sobre su propia herencia, su tradición sagrada, como el buen Jardinero cuida las plantas del Edén; pero eso no lo puede hacer ninguna de las religiones ya que han llegado a coagular el mensaje en un circuito limitado por la visión más materialista del espacio y el tiempo, o sea del devenir, imposible de trascender por sus propias limitaciones, y aun las voces que intentan "demostrar" la profundidad, amplitud y elevación de "su" religión frente a las otras están condenadas a no poder hacerlo sin negar cosas evidentes de estas últimas que son como la cuña en las ruedas de su mecanismo. Está claro que esto afecta especialmente a las tradiciones llamadas abrahámicas, hoy religiones, y su insistencia en el monoteísmo, verdadera piedra de tropiezo debido a la densidad mental que caracteriza los últimos tiempos, y en particular al integrismo islámico ya que al unir política y religión tan literal e indisolublemente nada en el mundo podrá quedar fuera.

En efecto, la Unidad divina, que nada puede tener que ver con ninguna uniformidad, limitativa por naturaleza, y que es sólo uno de los Nombres de Dios –y no el más alto pues como se ha dicho es ya una determinación, y que necesariamente es coesencial al Ser Universal ya que dos Seres distintos no podrían ser Universales ninguno de los dos, esa Unidad divina decimos, de la que depende la coherencia del Universo en todas sus partes, se da rápidamente por supuesta, para hacer responsable a Dios mismo, si así pudiera decirse –puesto que el problema se predica en uno de sus Nombres– de lo mutuamente "excluyente" que pudieran tener las particularidades propias de cualquiera de sus Revelaciones, o sea lo que las hace diferentes entre sí. Revelaciones que además habrían sido hechas de una vez por todas, lo que conduce a un inmovilismo que termina en la superstición y a que una de ellas siendo la más "santa" o la "verdadera" debería dominar sobre las demás, como si estas últimas fueran de alguna manera incompletas, o sea que constituyeran una vía sin Final y por lo tanto sin Principio.

Así y continuando con la "utopía", para poder "enseñar" a otros sin imponer necesariamente una servidumbre, habría que estar libres de las formas propias y por lo tanto del proselitismo, o sea haber comprendido hasta el fondo lo que esas Revelaciones están diciendo, y haberlo comprendido tan profundamente que las "contradicciones" aparentes entre esas formas hubieran dejado de existir ante la inteligencia de esa Realidad auténticamente Universal.

Por eso desde un punto de vista "exterior" a la religión, pero no a lo sagrado, que es más amplio, se aprecia que toda religión tiene sus "demonios" particulares, que se hacen presentes cada vez que alguno de sus representantes se siente atacado, lo que en el fondo se basa en el miedo a lo que se escapa de su control, a lo que el compás de su inteligencia no "comprende". Pero hay una clase de ellos que es común y es la del odio y el desprecio por cualquier otra expresión de lo sagrado, y estos se hacen presentes –vienen a la existencia– a través de sus uniformados especialistas, "eruditos" o no, incubados en la burbuja de su exclusivismo que en lugar de abrirse por arriba lo hace por abajo, o sea, por lo infrahumano que se hace presente por medio de lo humano; y nacen de la cópula de ese uniformado con el fantasma de su adversario, imagen de sus miedos a los que debe rechazar porque destruirían el monolito, engendrando un falso concepto al que dan vida con su propio aliento y al que cargan con su odio expreso o con un sutil desprecio al que sigue la satisfacción del deber cumplido como buen devoto/a.

*
*   *

Sin embargo si algo son las Revelaciones de lo Sagrado, no decimos las "religiones", y con sobrados motivos por la historia misma de sus "sistemas", no son para encerrar a todo el mundo en los límites chatos de ninguna institución demasiado humana, aún menos en cuentos infrahumanos que incluyen la asimilación de grado o por fuerza, el robo en todos los casos, y la aniquilación como amenaza o como hecho sin más. Observadas en lo prístino de sus orígenes y más allá del marco excluyente de las abrahámicas que a todos tiene encandilados porque son los sistemas que antes o después se han ido apoderando del mundo (ahora le toca nuevamente al Islam que se halla en manos integristas), se observa una Realidad que se da a sí misma a todo nivel y que se expresa transparentemente en la Visión del mundo de las Culturas de la Humanidad, todas originadas por un mensaje vivo que irrumpe en el devenir y establece o revivifica las más universales posibilidades del destino humano.

Una Deidad que se da a sí misma en participación a través del Conocimiento esencial al que todos son convocados, ya se lo dibuje con un simbolismo vegetal: el Arbol del Paraíso, el trigo, el pan y el vino, una planta sagrada; uno animal, como un cordero, un jabalí, una vaca, un caballo, o un hombre: vegetales o animales siempre sacrificados para dar la vida, como en un nuevo comienzo, a aquellos olvidados que se viven sólo como una parte de una especie y por lo tanto destinados a la muerte como tales; o bien mineral como las piedras descendidas del Cielo, o la Piedra Angular en cuya participación se construye todo el edificio; o en un libro o rollo en el que se incorpora su discurso, condensación de la Palabra que simultáneamente da lugar a la Creación. Ello sin hablar de la Creación misma como el sacrificio de la Unidad original, del Ser Universal que de ese modo da lugar a los seres particulares que podrán reconstituirla en sí mismos por una transformación adecuada a su naturaleza, o sea renacer a su Origen.

Igual que con el discurso distraído de la posteridad carnal (he cumplido pues mi vida ha servido para mis hijos –y cada vez es más difícil tenerlos en Occidente: otro aspecto de su suicidio), nada hay en el tiempo para nosotros (y por lo tanto nada para lo que muere con él), ¿qué hay pues de lo que aún no ha nacido?, acumulando méritos ante un tribunal que nosotros mismos construimos, los tesoros que se amontonan en el cielo –donde la polilla y el gusano no roen– se corresponden con una pérdida equivalente en la tierra, pero la balanza –y el balance del ser y del devenir– no los maneja el interesado que no puede comprar con su propia voluntad lo que en última instancia, no es objeto de comercio.

Mucho más difícil en estos finales de los tiempos donde la presión de la cantidad comprimida en un espacio cada vez menor acelera la huída hacia "adelante" adquiriendo todo y no solamente lo "religioso", una dimensión "apocalíptica".

Quien tenga suerte se bajará de la carrera para poder siquiera exhalar en paz su suspiro, aquí o allá, "aquí me planto", para no acabar siendo la pieza de alguna clase de maquinaria. La vida no se detiene y desde que no estamos en el Paraíso no hemos dejado de ser nómadas; nosotros somos los que habían de llegar a lo más bajo para poder subir a lo más alto: sin los extremos no se pasa el límite; pero ya no oímos, no tenemos espacio para ello y el show cada vez va más rápido. El viaje sólo se detiene cuando realizamos efectivamente que no vamos ni venimos, que nunca hemos estado aquí, que el verdadero aquí no es "este" mundo. Sin embargo tenemos miedo de perder lo que nunca ha sido nuestro, una artificial descripción de la realidad que nos envuelve, y curiosamente, no de perder aquello que sólo nos han prestado, el don de ser y de ser humanos.

Pero lo que sí es nuestro es una libertad de escoger. No entre un Bien y un Mal que existieran por sí mismos, entre el Binario de un juicio viciado por cierta clase de idolatría, sino la Libertad misma que lo sobrepasa, la que hace que en nosotros mismos, gracias a la gravedad de poder estar en nuestro propio lugar, y en la libertad que nos ha dado el Creador –otro Nombre divino–, se equilibre el Fiel de la Balanza que señala a lo alto de donde aquella procede, porque nos da el espacio imprescindible e irrenunciable para ello. Pero cuando ya no se oiga una palabra de la Balanza, del equilibrio sagrado, porque habrán muerto todos los que se atrevan a recordarlo, será el fin, y el "Juicio" por ella de acuerdo a la naturaleza de las cosas y ante el ejemplo inmediato, en el alma, del Hombre Verdadero situado más allá de las dialécticas, "sagradas" o "profanas", pues la Creación se resume en él, Adán Andrógino en el que se unen el Cielo y la Tierra.

Lo peor es que el tiempo se contrae, lo que se manifiesta en la radicalización a todo nivel, incluso en cualquier aspecto de la vida corriente, mucho más en un mundo de etiquetas sin verdaderos valores, convertidas en puros tabúes mentales y habitado por "tibios" que no quieren mojarse hoy porque el islam radical es de "izquierdas" y por lo tanto de alguna manera "socialista", o sea que "se ocupará de todos", no vayamos a molestarle con malos modos y nos acusen de "intolerantes"; y en el que se da la paradoja, –como otras tantas y por doquier– de que como nunca antes, se supone, están publicados y al alcance los textos de todas las sabidurías (también los libros de Historia, que se inventaron para no perder la Memoria). Si se fijan, Judas Iscariote, que ahora está de moda para poner en jaque una vez más los Evangelios, traiciona a su Maestro cuando ve que no le importa que un perfume valioso sea derramado sobre sus pies en lugar de que sea "vendido y dado a los pobres", mientras de propina es alabada la mujer que ha efectuado ese "derroche", luego eso se traducirá en treinta inservibles monedas de plata. Otros hablan del "sufrimiento de los inocentes" con objeto de pedirle cuentas a la Divinidad de lo que los hombres no somos capaces de enfrentar en nuestro libre albedrío.

En el fondo está el de dónde se "come", si de los frutos del Arbol de la Vida o bien de los del Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Los demonios, religiosos u otros, por ejemplo aquellos de los políticos "bienpensantes" ¡ojo!, siempre comen del segundo, con autorización oficial. ¿A dónde ha ido ahora la investigación periodística y la libertad de expresión, a la sala rosa?

¿Qué dirá cualquier tribunal integrista –una vez establecida la sharia en Europa– si se le afirma, con aquél que llamándonos a todos hermanos ha subido "a mi Padre y vuestro Padre, mi Dios y vuestro Dios": "En verdad os digo, sois dioses"? ¿y acaso es distinto eso a que "El Reino de los Cielos está dentro de vosotros"?

Seríamos ejecutados por dicho monoteísmo acusados de "asociadores" (de poner a alguien al lado de ese Dios tan preocupado en su solitario despacho por lo que piensa el personal), no digamos lo que le reservan a otras tradiciones, nadie va a pararse a ver si tiene algo que ver el panteón hindú, o la estructura de los Budas y sus distintos aspectos, con alguna clase de jerarquía angélica o arcangélica. Finalmente nos libramos de la Inquisición y la Contrarreforma, que pasaron a la historia. No puede ser que eso sirva de excusa para justificar a los adversarios de una sociedad libre, a la Nueva Inquisición Político-Global; así que no nos vengan, los que les ayudan desde dentro de ella, con esas afirmaciones tan falaces como auténticamente hipócritas. Y si se estudia la circunstancia que envolvía al emperador Manuel II citado por el Papa y que buscó inútilmente ayuda en la Europa de entonces, se verá que es demasiado parecida a la actual; lo que hace pensar que quizá no fue escogida por casualidad y señala en ese caso la lucidez de quien ha puesto la cuestión delante de todos. Ahora en vez de con la Iglesia, "con el Islam hemos topado", también con lo "políticamente correcto"; sin embargo la política la inventaron los griegos, y ya Platón la reconoció como "utópica".

Pedirle a los gobernantes occidentales un filtro migratorio de acuerdo a la religión por cuestiones de supervivencia de nuestra libertad es un "pecado" contra los "derechos humanos" y sin embargo es la única manera de salvaguardar la democracia que se supone todos ellos defienden y que les ha elegido. La invasión de Occidente ha comenzado desde hace mucho tiempo y se ha acelerado. Por un lado es la simple demografía, el aumento de la población musulmana, favorecida por las ayudas a toda inmigración, eso se traduce en el aumento en las escuelas y la reclamación de los padres de una enseñanza según su cultura; el sistema democrático se encarga del resto, comenzando por los ayuntamientos. Una rueda del carro son los integristas, otra los de la misma religión que no son capaces de establecer un abismo con ellos y les hacen el caldo aun por simple cuestión numérica, la tercera y no menos importante son los conversos, que se encargan del "diálogo" con el poder, la cuarta la hipocresía de Occidente, su propio miedo a ser "antidemocrático", a sustituir el "sistema" por la defensa de la libertad. Sin embargo los incrementos cuantitativos se transforman en cualitativos a base de saltos que cambian el mapa de un día para otro. No son imaginaciones, nosotros mismos somos testigos de amenazas hechas a personas mayores en la calle o en comercios, por una ofensa imaginaria, en relación con lo que pasará "cuando manden ellos", incluyendo el gesto de cortarles el cuello.

*
*   *

El Gran Teatro del Mundo incluye todas las funciones pero en esta globalización materialista no hemos decidido escoger el espacio de la Jerusalén Celeste. Se está tan encantado con la literal que de lo que se trata es de matarse por sus ruinas, hasta que no haya sino desolación allí y en todas partes, la estupidez es la característica del "príncipe de este mundo", el sacrificio interior se convertirá solamente en una destrucción invertida. El Centro, la verdadera identidad que no es ni Oriente ni Occidente ni el Norte ni el Sur, está inmanente, virtual en cada una de las formas de lo sagrado, en lo invisible de su discurso, pero para acceder desde la periferia aparente a él, es necesaria la libertad del propio radio, el "camino" que todo ser ha de seguir de acuerdo a su naturaleza para recobrar la memoria de lo que ha sido siempre. Y no está sólo en las "grandes tradiciones" o "grandes religiones" sino en los signos más inmediatos y en los jirones de las culturas que nos han precedido y que aún están presentes, así hayan sido incorporadas en aquellas o no. La verdad no muere aunque se la borre.

Es la propia naturaleza de esos trazos, letras, la que hace que no pierdan su valor, pues el hombre no ha creado originalmente al mundo, sólo lo interpreta y lo recrea, hasta reconocerlo y reconocerse como Palabra, como Pensamiento y aún como Suprema Realidad Desconocida.

La vida que llevamos no es la de solitarios contemplativos –que simplemente por ella misma tampoco sería garantía de nada–, la coexistencia del individuo en sociedad necesita unas normas, impuestas o no de mutuo acuerdo, la religión forma parte del sistema en cuanto a que como se ha dicho religare significa "atar dos veces", al individuo con unas normas y a este con la sociedad. El cristianismo, habiéndose hecho cristiano el César, ha tenido que construir su "sistema" exterior utilizando los elementos del derecho romano y otras herencias de la cultura grecolatina, porque en realidad su naturaleza no es por nacimiento la de una "religión", sino una proclamación de los misterios, de la naturaleza última de lo creado, a la luz primordial y universal de lo increado. Por esto último, y no por lo anterior, ha podido relacionarse con el pensamiento griego, y en su esencia no tanto con Aristóteles, más bien profano a pesar de la Escolástica, sino con el Neoplatonismo, véase si no en esta misma web a la que escribo, a Dionisio Areopagita, y a Escoto Erígena (recientemente acusado de hacer a Dios "trascendente" y por tanto de provocar la necesidad de la Escolástica, que entonces tuvo que hacerlo "racional", curiosamente, y acercarlo al "pueblo" que como se ve siempre ha de ser tonto); a Nicolás de Cusa, o la universalidad de la Oración por la Dignidad del Hombre de Pico de la Mirándola. Y el contenido de esa proclamación es algo que a la luz del Conocimiento lo puede comprender un auténtico cabalista, o sufí, un sabio hindú, un chamán, un gnóstico de cualquier especie que verdaderamente lo sea, pero no cualquier representante del "sistema". Véase también el diálogo de Jesús con la samaritana, donde se anuncia que Dios es Espíritu, y que eso sobrepasa el marco cultural, geográfico e histórico allí referido, incluida Jerusalén.

Aún así está claro en la figura antes citada que los "caminos" sólo desaparecen en el centro; a partir del cual, obviándolo, se produce la diferenciación de las dos naturalezas, creada e increada, humana y divina. ¿Hace falta recordar que el "Arbol de la Vida" y el "Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal" son el mismo Arbol con dos aspectos, el de la Unidad y el de la Dualidad implícita en sus ramas? ¿Y que el primero se convierte en el segundo al dividirlos y pasar el segundo a primer plano? Comer del fruto prohibido significa comer de este último y dar lugar a la candente separación en la que se "conocen" las cosas como ajenas entre sí, la Identidad primera se hace virtual si es que todavía se recuerda y todo se envuelve en su propia limitación, hasta la disgregación final que dejará al descubierto la semilla en la que está todo el Arbol y que le pertenece a él, proceso que la Naturaleza repite ante nosotros constantemente; y donde desde un punto virtual –el grano de mostaza de los Evangelios y tantos otros ejemplos– puede reconstruirse todo el Arbol. Pero ¿habrá aceite en las lámparas, no se habrán dormido quienes aún conserven en ellos esa posibilidad virginal?

Si esta invasión no se enfrenta con decisión y firmeza, el cristianismo, tal como se ha dicho en uno de los textos que han colocado en ATRIVM, pasará a las catacumbas o la cripta, pero debe recordarse que la verdadera cripta o caverna de la que hay que salir es la formada por este cielo y tierra en la que transcurre nuestra existencia, llegando al centro y "saliendo" por lo más alto, el ojo de la aguja del crismón, la puerta estrecha de los Evangelios.

En el concepto expresado por el círculo y su centro, –y no es imprescindible esa figura para comprenderla, pero puede utilizarse como escudo de guerra– está lo que permite el respeto por la libertad del otro, que es lo que hoy está en juego como siempre ante toda dictadura, sólo que con la dimensión de una guerra no ya de religiones sino del Islam contra Occidente (y Oriente) manipulada por las fuerzas de la disgregación con la complicidad de la ignorancia y el fanatismo de muchos de sus representantes y la utilización consciente de sus políticos que en muchos casos no son personajes distintos.

Mientras tanto Europa, con nombre griego, y que se avergüenza de sus orígenes cristianos, hace caso omiso de todas las advertencias. Y detrás de ella, y también ya ha comenzado, le toca a América.

Felipe Domingo Jerez